Sector Agroforestal



 Perspectivas del sector forestal



En función de las fuerzas impulsoras y las tendencias que ha seguido el sector forestal en los últimos años, es posible visualizar los siguientes escenarios futuros:

5.1. Escenario positivo del sector forestal al 2020.

El escenario positivo tiene como premisa fundamental la realización de cambios positivos en el ámbito social y político del país, reflejado en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, consolidación del Estado de Derecho, y el fortalecimiento de la institucionalidad. Los supuestos son que se mantiene la estabilidad macroeconómica y se alcanza la estabilidad política y seguridad ciudadana; consideradas en la Política Forestal como la piedra angular del desarrollo sostenible pues se constituye en un requisito para atraer inversiones y la inserción en la económica global.
En el ambiente sectorial, se parte de la aplicación efectiva de la Política Agraria, Política Forestal, y la integración con el marco de otras políticas vinculadas a esta, como la Política de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Política Ambiental, Política de Competitividad, Política de ecoturismo entre otras, y que son determinantes del futuro del sector.
La aplicación efectiva de la Política Forestal implica la consolidación de instrumentos que actualmente se están aplicando con cierto éxito como el PINFOR, Concesiones forestales, Sistema de Prevención y Control de Incendios Forestales, Crédito Forestal, Certificación Forestal, así como el desarrollo de otros instrumentos que incentiven la innovación tecnológica para generar productos de alto valor agregado, desarrollo de mercados de bienes y servicios ambientales,
Es fundamental además, la consolidación de procesos de gestión local (administración forestal municipal, mesas de concertación de política), y la consolidación de los distintos foros o procesos nacionales como el desarrollo de clusters, el Sistema de Educación Forestal y la implementación de los programas, proyectos y acciones contemplados en el Programa Forestal Nacional- pfn-
Un elemento clave para el desarrollo de este escenario es la modernización de la industria forestal hacia una industria primaria y secundaria más eficiente que permita el uso integral de la troza de grandes y pequeños diámetros y la utilización de una mayor diversidad de especies latifoliadas, especialmente de aquellas especies poco conocidas pero potencialmente comerciales, y que además, permita innovar productos y bajar costos.
En el ámbito socioeconómico se espera que las políticas de gobierno en las próximas décadas se orienten a disminuir la presión sobre los bosques naturales, atendiendo la demanda de tierras, se mantenga o disminuya la tasa de crecimiento poblacional y se atienden los servicios básicos de la población, además de fomentar y diversificar el empleo rural con actividades de agroindustriales y ecoturismo.
Bajo estas premisas se esperan en el escenario positivo los siguiente cambios en el sector forestal al 2020.

5.1.1. Cambios en el Manejo de los bosques naturales

5.1.1.1. Incremento en la superficie bajo manejo forestal.

Guatemala cuenta con un alto potencial de bosques naturales para incorporarlos a un régimen de manejo. Se estima que existen fuera de áreas protegidas alrededor de 2.0 millones de hectáreas de bosque potencialmente productivo que pueden entrar a un régimen de manejo sostenible. Solamente dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas se estima que existen 1.6 millones de ha de bosques que tienen potencial para extraer productos forestales maderables; y 1.2 millones de ha con potencial para cosecha de productos no maderables (CATIE/CONAP, 2000).
Estimaciones realizadas sobre el potencial de bosques de coníferas y mixtos para entrar a un régimen de manejo con fines de producción maderable (N más 1, 2002), indican que la superficie de bosques de coníferas y mixtos disponible en un radio de 200 km del Rancho, El Progreso, donde se concentra buena parte de la industria forestal del país y además se ubican las instalaciones que ocupó la Planta de Celulosa “CELGUSA”; es de aproximadamente 264 906 hectáreas, y es factible incorporar al manejo unas 6 000 hectáreas por año.
Asimismo, otros estudios realizados en la región norte del país en Las Verapaces (MAGA-PAFG, 2000a) indican que en esa región existen 343 448 hectáreas de bosques naturales susceptibles de someterse a manejo intensivo y 128 640 hectáreas para un manejo extensivo. Esto significa que existe un potencial importante para la incorporación de bosques naturales a la producción forestal sostenible, situación que sirve de premisa para el escenario positivo.
En este escenario la proyección de los bosques naturales que se encontrarán bajo algún esquema de manejo forestal, con fines de producción para el año 2020 llegará como mínimo a un millón de hectáreas (figura 12 ).
Un elemento fundamental de este escenario, es la consolidación del proceso de Concesiones Forestales de Petén; además es necesario señalar que la viabilidad del manejo de los bosques naturales en Guatemala y por lo tanto el cumplimento de éstas proyecciones, dependerá de la forma en que se aborden una serie de problemas que actualmente son limitantes y que incluyen los siguientes aspectos: a) político-institucional, con la incertidumbre jurídica, trámites administrativos centralizados y engorrosos, tala y comercio ilegal, presiones sociales en contra del manejo, débil cultura forestal, deficiente infraestructura de acceso a los bosques; b) económico, incentivos poco atractivos, crédito bancario limitado, problemas con el flujo de caja; mercado basado en pocas especies forestales; falta de compensación de los servicios ambientales que presta el bosque, industria basada en diámetros mayores y bajo valor agregado a la madera); y c) de tipo tecnológico, en donde se hace necesarias acciones que mejoren los sistemas de extracción y transformación, mejorar los servicios de regencia forestal, escaso recurso humano calificado y planes de manejo deficientes.

 Proyección del área bajo manejo forestal al año 2016 bajo un escenario positivo.